No sólo ha sido el aumento de público del Carnaval de calle de São Paulo. La fiesta en la ciudad que era llamada tumba del samba se convirtió en uno de los mayores negocios del país y pasó a competir tanto en estrellas como en patrocinio con Río y Salvador.
Con una trayectoria creciente en la última década, la fiesta de calle paulistana ya atrae la atención de marcas y gana status entre profesionales del gremio.
El Ayuntamiento de São Paulo registró este año 556 desfiles de comparsas, dejando atrás a la fiesta carioca que registró oficialmente 498 cortejos.
La superación parecía improbable hasta el año pasado, cuando los cariocas disfrutaron de 608 desfiles, bastante por encima de los 491 de la capital paulista. Pero la dificultad a la hora de obtener financiación perjudicó a muchas de las bandas cariocas.
Salvador y Recife, sin embargo, aún lideran el ranking, con 615 desfiles en la capital bahiana y casi 580, en la pernambucana.
Según el estudio de la empresa municipal de turismo SPTuris, el evento en las calles de la capital paulista movió R$ 550 millones (US$ 145 millones) en 2018 -75% más que los R$ 314 millones (US$ 83 millones) del año anterior.
Este monto puede crecer otro 60% en 2019, y llegar a R$ 880 millones (US$ 232 millones), de acuerdo con el cálculo de la profesora de la USP Mariana Aldrigui, presidenta del Consejo de Turismo de FecomercioSP.
"Muchos motivos explican este crecimiento, como la inseguridad en Río, que hace que el turista de otras ciudades prefiera venir aquí. Pero es un hecho que el Carnaval de São Paulo está de moda”, explica.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA