Prepárese para enfrentar subidas y bajadas en Morro de São Paulo

Si su próximo destino es Morro de São Paulo, en Bahía, aquí va un consejo: lleve poca cosa o use una maleta con ruedas

Carolina Muniz
São Paulo

​Si su próximo destino es Morro de São Paulo, en Bahía, aquí va un consejo: lleve poca cosa o use una maleta con ruedas. Esto, por supuesto, si desea cargar su equipaje hasta el hotel.

En cuanto el barco atraca en Morro, a 60 kilómetros de Salvador, el turista ya tiene que enfrentar una subida que deja sin aliento, literalmente. A lo largo del camino, encontrará más pendientes.

Si no puede ahorrar en maleta, lo mejor es tomar un taxi. En Morro, esto significa contratar los servicios de uno de los cargadores que se encuentran en el muelle con sus carritos de mano a la espera del desembarco de turistas.

Ilha de Tinharé, donde se localiza el pueblo de Morro de São Paulo, con la fortaleza, construida a partir de 1630, en primer plano - Folhapress

En total, en el pueblo, son cerca de 200 cargadores, que se organizan en cuatro cooperativas: una responsable por el transporte de las pertenencias de los habitantes y otras tres que atienden a los turistas. El precio varía de acuerdo con el tamaño del equipaje: R$ 10 (US$ 2,63), R$ 15 (US$ 4) o R$ 20 (US$ 5,4).

Los coches no entran en la isla. Por las callejuelas, circulan apenas peatones. Hay una carretera de tierra por donde pasan los vehículos de servicio y de los hoteles.

Quien visita Morro está obligado a pagar una tasa de R$ 15 (US$ 4), independientemente del tiempo de estancia. El cobro es un intento de restringir el acceso a la villa, que cuenta con 8.000 habitantes y recibe 400 mil turistas al año, con mayor demanda en el período de octubre a marzo. 

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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