No sólo del surf, y cada vez menos de la noche, vive Maresías. Con un carril bici nocturno, un albergue con vistas y muros pintados por todas partes, la playa del litoral norte de SP ha experimentado un cambio de público en la última década.
Haciendo un paralelo con la capital paulista, la playa que en los años 1990 y 2000 era una especie de filial de verano de los habitués del barrio de Vila Olímpia, actualmente adopta un visual más tipo Vila Madalena.
El símbolo más evidente de ese cambio medio hipster es el nuevo Beco de la Mujer Maravilla. Una versión del callejón de Batman del barrio paulistano. Una calle recién iluminada con grafitis a ambos lados entre la avenida principal y la vía trasera.
La inauguración oficial se celebra el viernes (16), con conciertos, exposiciones y la proyección ininterrumpida de películas.
La idea inicial es que el lugar fuera el punto final de un paseo por la ciclovía, que existe desde hace mucho tiempo, pero que sólo ha sido iluminada a principios de este año.
Y una casa amplia con piscina y vistas al mar, en la colina de Maresías, es el escenario para un albergue. Por el momento, quien más disfruta la atracción son extranjeros --- casi la mitad de los huéspedes.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA