Con aguas tranquilas y vientos fuertes, Atins es la meca de los kitesurfistas

La población de aldeas en Lençóis Maranhenses se duplica durante las vacaciones escolares europeas

Davi Molinari

​Cuando se dice que la aldea de Atins está en movimiento constante, no es una metáfora. Se trata de un pequeño territorio en una franja de arena "firme", entre el  río Preguiça y el océano Atlántico.

El permanente viento fuerte y los ciclos de la marea son los fenómenos que dibujan la conformación de las dunas y de los bancos de arena. Debido a la actividad natural de la región, Atins se convirtió, hace apenas cinco años, en el lugar preferido de los practicantes de kitesurf.

Después de una de las invasiones del agua del mar, el lado izquierdo de la desembocadura del río Preguiça, que era un lugar lleno de manglares, vegetación y arena, se transformó en una playa perfecta para pasear.

Al mismo tiempo, la formación de una especie de istmo a unos mil metros mar adentro creó una barrera natural que mantiene las olas alejadas y promueve una extensa franja de aguas tranquilas para los kitesurfistas, como una piscina natural.

Lago del Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses - Meireles Júnior

Y en este escenario, bajo un sol constante, los turistas se animan a vestir el equipo y a recibir una clase inaugural de kitesurf.

A pesar del aumento de la población durante la temporada alta, no hay problemas de abastecimiento de agua, pues las trescientas casas recogen agua en pozos semi artesianos.

Los artículos de primera necesidad y los productos industrializados son traídos desde Barreirinhas -a cerca de 30 km de Atins-, que suministra a las pequeñas comunidades de los Lençóis Maranhenses.

En Barreirinhas, el turista que llega de la capital de Maranhão, São Luís, tiene su última oportunidad para sacar dinero a través de un cajero automático ya que en Atins no hay bancos.

Poco a poco, los habitantes del pueblo aprenden a sacar provecho al turismo.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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