Playa de Río de Janeiro por fin ofrece buena comida tras 5 siglos de aperitivos grasientos

Al menos tres representantes de peso de la gastronomía se han instalado en el paseo marítimo Leme-Leblon

São Paulo

Cuando el navegante portugués Gaspar de Lemos entró en la Bahía de Guanabara en 1502, protagonizó un episodio olvidado por los libros de texto.

Hambriento y sediento, el marinero desembarcó en la playa. Por diez monedas de oro, un tamoio le vendió agua de coco caliente y pescado frito empapado de grasa de anta.

Durante 517 años se han servido aperitivos de quinta categoría en las arenas de Río.

Gastronomía con vistas al mar. (Foto: Zo Guimaraes/Folhapress, TURISMO )

Ahora, por primera vez, Río de Janeiro finalmente puede ofrecer buenas opciones de comida en la playa. En 2019, en el paseo marítimo que va de Leme a Leblon se han instalado al menos tres representantes principales de la gastronomía.

El Hotel Arpoador ha reformado su restaurante, que ahora se llama Arp. Y los kioscos de playa reciben el apoyo de los bares Aconchego Carioca (de la chef Kátia Barbosa) y Marea, que pertenece al hotel Fasano.

El Arp, que reemplaza al barco Marinho Azul, se destaca de otros restaurantes del hotel por tres razones: está pegado a la playa, cuenta con una entrada independiente y el menú ha sido creado por el chef Roberta Sudbrack.

Lo mejor es el desayuno. Y no es necesario ser un huésped para sentarse en una mesa al aire libre y deleitarse con panes caseros, jugo, huevos revueltos cremosos, queso artesanal, mermelada.

Si prefiere pedir a la carta, puede elegir huevos rancheros (receta mexicana con frijoles y queso), pancakes y tapioca, entre otras alternativas.

Ya en el almuerzo o la cena, el lugar invierte en platos exclusivos, como las vieiras con mantequilla quemada. Como un hotel es un hotel, también tiene una opción para un paladar más conservador: solomillo a la pimienta y la famosa hamburguesa de Roberta Sudbrack.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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