Piscinas naturales, estuarios y acantilados conforman el paisaje de la conservada Pitimbu, en Paraíba

La ciudad a 60 km de la capital ofrece playas desiertas y el litoral más amplio del Estado

Pitimbu (PB)

Paraíba sorprende por su diversidad de paisajes junto al mar. La última playa de la parte sur del Estado, en la frontera con Pernambuco, aún poco explorada por el turismo, no esconde su déficit de infraestructura.

Son tímidas las opciones de hospedaje y restaurante ante la exuberancia de su naturaleza.

Los turistas de verano deben quedarse con este nombre: Pitimbu (a 60 km de João Pessoa). La pequeña localidad, habitada por poco más de 19 mil residentes, sufre una transformación durante la temporada alta, cuando recibe grupos de visitantes del estado fronterizo.

PITIMBU, PARAÍBA. (CRÉDITO: ROBERTO DE OLIVEIRA ) - ROBERTO DE OLIVEIRA

Su población se ha triplicado gracias, sobre todo, a la presencia de sus vecinos de Pernambuco, que han ido cambiando Goiana (30 km) y Recife (100 km).

Fuera de la temporada de vacaciones, Pitimbu suele ser sinónimo de paz, un paraíso casi virgen. Ofrece paseos en barco, que incluye el almuerzo preparado por un pescador local. El recorrido llega hasta las piscinas naturales de Farol o a la vecina (y aún más conservada) Branca do Curral. Las piscinas naturales se encuentran a 1,5 km y 3 km de la costa.

PITIMBU, PARAÍBA. (CRÉDITO: ROBERTO DE OLIVEIRA ) - ROBERTO DE OLIVEIRA

Desde R$ 120, el tour para tres personas incluye pescado con 'pirão', cocinado en tierra, calentado y servido en medio de las aguas por el pescador.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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