Cuando la marea está baja en el litoral próximo a la playa de Pipa, aparece un banco de arena en medio de la laguna de Guaraíras.
Pequeñas embarcaciones de pesca llegan a última hora de la tarde con turistas para ver el atardecer. Es la última parada de un recorrido que dura seis horas y cuyo principal atractivo es el decubrimiento de la gastronomía local.
La laguna de Guaraíras es una APA (Área de Preservación Ambiental) y solo 11 embarcaciones están autorizadas a navegar con turistas. De estos, tres ofrecen un recorrido gastronómico que enseña a extraer mariscos y pone a los turistas en contacto con pescadores.
Prácticamente, todos los pescados y moluscos que se sirven a bordo son conseguidos durante el tour, e inclusos sacados del agua por los propios turistas.
"No tiene ningún secreto: anda a tientas por la arena y pronto encontrarás unas bolas que parecen piedras. Pues son mariscos", explica Carlos Frederico, que dirige una de las compañías especializadas en el tour.
En 15 minutos, diez turistas lograron alrededor de doscientos moluscos que fueron servidos con limón y aceite de oliva después de ser asados.
"¿Está bueno? ¿Cómo se come? ¿Se puede morder?", Preguntaron los argentinos Marcelo Quiroga, de 46 años, y Verônica Barrionuevo, de 41. Almejas, mejillones, camarones y pescados dan forma al menú.
La laguna, al igual que Pipa, se encuentra localizada en el municipio de Tibau do Sul, a 81 km de Natal. El recorrido gastronómico incluye comida y bebida, y se realiza a diario. Los precios varían entre R$ 200 (US$ 48) y R$ 225 (US$ 55) por persona.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA