El juicio del mensalão, en manos de un solo juez

13/09/2013 - 09h59

El futuro del juicio del mayor escándalo político del gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva está en manos de un único ministro del Tribunal Supremo Federal.

Celso de Mello deberá decidir, la próxima semana, si algunos de los condenados tienen derecho a un nuevo juicio. Su resolución puede alargar la conclusión del proceso y beneficiar a figuras centrales del mensalão, caso llamado así en referencia a las mensualidades que algunos diputados habrían recibido del Partido de los Trabajadores de Lula a cambio de su apoyo en votaciones políticas.

Si depende de lo que el ministro ya ha dicho sobre los nuevos y últimos recursos de los condenados, hay posibilidades reales de que el proceso se extienda por lo menos un año más, sumando así un nuevo ingrediente a la carrera electoral de 2014.

Pero nadie, dentro o fuera del Supremo, se arriesga a apostar a que la defensa de los recursos que hizo el ministro el año pasado se refleje en el voto que se conocerá la tarde del próximo miércoles.

Marlene Bergamo/Folhapress

Jose Dirceu, uno de los condenados del mensalão, sigue por la televisión la sesión del Tribunal con Celso de Mello en la pantalla

Hasta entonces, la presión sobre o decano será enorme. Con la corte dividida sobre un posible nuevo juicio del mensalão, con cinco votos a favor y cinco contra, cada lado intentará convencer al ministro a lo largo de los próximos días a asumir sus argumentos.

Ese juego ya se inició ayer. Los ministros Marco Aurélio y Gilmar Mendes se extendieron cuanto pudieron en sus votos para que la sesión se cerrase antes del turno de Celso de Mello.

La estrategia montada para ganar tiempo fue clara.

El ministro Marco Aurélio también reconoció el peso que se volcó en De Mello cuando afirmó que la solidaridad no puede practicarse de forma absoluta.

"Si pudiese, no dejaría sobre los hombros del ministro Celso de Mello, que entiendo anchos, la responsabilidad de la definición del asunto".

Para completar la incertidumbre que perdurará hasta la semana que viene, el propio decano, ha aportado más enigma al asunto. Al ser preguntado si habría "evolucionado" su posición sobre los últimos recursos, respondió: "Creo que no evolucioné. ¿Será que evolucioné?".

¿Alguien se atreve a responder esa pregunta?

Traducido por MARÍA MARTÍN

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