El estadio Itaquerão estará listo "en el último minuto", dice el secretario general de la FIFA

23/04/2014 - 13h49

De vuelta en Brasil, y de nuevo impaciente, el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, dijo que el país no tiene un segundo para perder.

Exasperado con justificaciones sobre los retrasos en la construcción del estadio Itaquerão, en São Paulo, en donde ser realizará la apertura del Mundial, Valcke rechazó las comparaciones con Sudáfrica, país organizador del Mundial de 2010, en donde también hubo problemas en la entrega de los estadios.

"No importa si Sudáfrica estaba [o no] lista. Lo importante es que Brasil esté listo. El Mundial de 2010 fue hace cuatro años", recordó.

Ayer por la mañana, Valcke inspeccionó las obras del estadio del Corinthians y supo que el estadio no va a realizar ningún evento de prueba con su capacidad total (68.000 personas). El Itaquerão estará listo "en el último minuto", dijo, sin disimular su incomodidad con la situación.

El primer partido con la máxima capacidad será justamente el juego inaugural entre Brasil y Croacia, el 12 de junio.

Antes de eso, va a tener lugar el partido entre Corinthians y Figueirense, el 17 o 18 de mayo, por el campeonato brasileño. La capacidad máxima será de 50.000 personas.

ODA A RUSIA

Por la tarde, el secretario general fue a Curitiba y recordó que los estadios privados fueron los que más dolores de cabeza le dieron a los organizadores.

"En Rusia [en 2018], qué bueno que sólo tenemos un estadio privado", dijo.

Valcke se refería a los estadios de Curitiba, São Paulo y Porto Alegre. Los dos primeros todavía están en construcción y deberían estar listos unas pocas semanas antes del torneo.

En el caso del Beira-Rio, en Porto Alegre, las obras de alrededor están atrasadas.

Valcke señaló que la estructura de financiación de los estadios privados es diferente de la de los públicos, en la que el flujo de desembolsos fue más continuo y evitó atrasos.

En Curitiba, la demora en la liberación de los fondos públicos y la falta de caja propia frenaron el avance de la Arena da Baixada, que pertenece al Atlético-PR. La ciudad llegó a ser amenazada de poder queda excluida del Mundial.

CUENTA REGRESIVA

Entre los comentarios de Valcke, el tema central fue el tiempo, algo que les está faltando a los organizadores del Mundial: a partir de hoy, quedan sólo 50 días para el inicio del torneo.

"El calendario está muy apretado. Yo no soy un soñador. Me gusta ver las cosas concretas. No tenemos otra opción", añadió, resignado con la demora en la entrega de las obras.

En el caso de Itaquerão, la FIFA va a "tomar" el control del estadio sólo el 20 de mayo, 23 días antes de la apertura.

El presidente de la Federación Nacional de Ingenieros y de la Unión de Ingenieros del Estado de São Paulo, Murilo Celso de Campos Pinheiro, dijo a Folha estar sorprendido por la decisión de no realizar pruebas con la capacidad máxima.

Pero él cree que la elección no representa un riesgo a la seguridad.

"Ellos pueden tener miedo por los accidentes que ocurrieron [la muerte de tres trabajadores]. Lo normal sería hacer una prueba con la máxima capacidad, pero eso no representa un peligro. Si algo va a suceder, sucederá con 50.000 o 68.000 personas", analizó.

CUATRO PRUEBAS

El Corinthians pretende celebrar cuatro eventos en el Itaquerão antes de entregar el estadio a la FIFA, el 20 de mayo. Según el director de operaciones del estadio, Lucio Blanco, la capacidad será aumentada de forma progresiva.

El primero será el sábado, con la presencia de cinco mil niños de las escuelas de la región. Será probada parte de la estructura y de los baños.

El 1 de mayo, los funcionarios de Odebrecht van a jugar un partido y el estadio recibirá 10.000 personas. Nueve días después, los jugadores de diferentes generaciones del Corinthians jugarán un amistoso ante 35.000 espectadores.

El evento principal será el partido del campeonato brasileño entre Corinthians y Figueirense.

La capacidad será de 50.000 espectadores. El club quiere trasladar el partido para el domingo 18 de mayo.

Traducido por NATALIA FABENI

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	Moacyr Lopes Junior/Folhapress
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