De cara a las elecciones, Rousseff aplaza indefinidamente la concesión del AVE Rio-São Paulo

13/08/2013 - 10h01

Por cuestiones políticas y técnicas, el gobierno de Dilma Rousseff retrasó ayer por tercera vez, sin nueva fecha definida, el concurso para adjudicar al sector privado la construcción del tren de alta velocidad (TAV) que unirá São Paulo y Rio de Janeiro. Clasificada como prioritaria por la presidenta, la licitación se ha convertido ahora en un proyecto para un eventual segundo mandato.

Según pudo saber Folha, el gobierno consideró que el momento político, con la proximidad de las elecciones presidenciales de 2014, no es favorable para la licitación del llamado tren bala y decidió aplazarla por lo menos un año.

La oposición podría usar el proyecto, presupuestado entre R$ 35.500 millones (US$ 15.500 millones) y R$ 55.000 (US$ 24.000 millones), como munición en un momento en el que los manifestantes piden más inversiones en el transporte público urbano. El gobierno, por su parte, dice que hay recursos para invertir tanto en el tren de alta velocidad, como en trenes y metros.

El discurso oficial de la Presidencia es que se tomó la decisión porque dos consorcios -el español y el alemán - solicitaron el aplazamiento. Con los plazos anteriores, solo los franceses irían a participar en la disputa y la presidenta no quería una licitación con solo un competidor. El concurso que definiría al distribuidor de los equipamientos y al operador de la concesión estaba previsto para el próximo viernes.

Mientras las empresas buscaban un aplazamiento, el gobierno lo ha pospuesto indefinidamente. Asesores presidenciales dicen, sin embargo, que sería posible realizar el concurso a finales de este año o en el inicio de 2014.

Al anunciar el aplazamiento de la licitación, el ministro de Transportes Cesar Borges dijo que la presidenta recomendó "no parar el proyecto". Así que continuarán otras etapas, como la contratación de los proyectos ejecutivos (de construcción de la línea). La previsión de concluir el tren bala en 2020 se mantiene.

Translated by MARÍA MARTÍN

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