Todavía en obras, inauguran el hotel Trump en Río

25/08/2016 - 18h50

Donald Trump prometió que abriría su primer hotel en América del Sur a tiempo para que los huéspedes de los Juegos Olímpicos tuvieran la opción de alojarse en sus instalaciones.

El empresario y candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos cumplió esa promesa que realizó, pero a medias.

El Trump Hotel Rio de Janeiro, en Barra da Tijuca, fue inaugurado, aunque incompleto, para los Juegos, con 70 de los 170 cuartos en funcionamiento y un cantero de obras instalado dentro del emprendimiento.

La recepcionista informa a los clientes que llegan que el lugar está siendo operado en modo "soft opening", una especie de apertura adelantada.

La práctica es común en restaurantes: el cliente paga un precio más bajo por los platos, prometiendo, a cambio, no prestar atención a los errores en el servicio y a algunos desajustes todavía presentes en la cocina.

En el caso del hotel de Trump, las fallas presentes son de orden estructural. Hay un andamio en el balcón del primer piso. Las suites con vista al mar todavía no fueron finalizadas. Los cuartos disponibles tienen todos vista lateral. La piscina aún no fue inaugurada.

El domingo (21), día de la clausura de los Juegos Olímpicos, era difícil encontrar un lugar para hospedarse en Río, pero en el hotel de Trump, de cuatro estrellas, había opciones por R$ 600 (US$ 185), una quinta parte de lo que costaba un cuarto en el Copacabana Palace, hotel ícono de Río.

Pero ni siquiera el precio reducido garantizó la llegada de huéspedes. En tres horas, sólo una familia pasó por el mármol importado de Turquía que reviste el lobby del hotel. Además de los cuatro huéspedes, había allí una brigada de ocho empleados y olor a pintura.

La inauguración del hotel llegó después de una obra que los empleados calificaron como "tumultuosa" y "apresurada". Y que también contó con violaciones de las leyes del trabajador, según el Sindicato de los Trabajadores de Industrias de la Construcción Civil de Río.

OTRO LADO

Consultados por Folha, empleados del hotel afirmaron que no pueden hablar sobre el lugar y pidieron para que se contacte a las oficinas generales de Trump, en Estados Unidos.

Folha trató de comunicarse con el departamento de prensa de las organizaciones Trump, en la ciudad de Nueva York, pero no hubo respuesta.

Traducido por NATALIA FABENI

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