Desequilibrio

11/06/2013 - 12h25

Folha enterró la sección de "Equilibrio", concebida hace 13 años con la promesa de ayudar al lector a vivir con "menos estrés".
Lo que era un tabloide semanal de ocho páginas sobre salud y comportamiento, con seis columnistas, se convierte en una pobre imitación de lo que fue, ahora publicada en una sola página en la sección de "Cotidiano", de la misma manera que ocurre con "Folhateen" en "Ilustrada".

El fin del suplemento fue anunciado junto a un recorte de personal que incluyó la eliminación de 24 puestos en la Redacción (6% del total) y la salida de la columnista Danuza Leão. Es la segunda tanda de despidos en un año y ocurre poco después de la ya realizada por su principal rival "Estado de S. Paulo" y por "Valor" -la Editora Abril comenzó su "reestructuración" el pasado viernes-.

Parece que los periodistas brasileños están viviendo una pesadilla que los colegas americanos enfrentaron en los últimos años. En los EEUU, donde se registró una fuerte caída de la circulación y de los ingresos publicitarios, el número de puestos en las redacciones de los periódicos se redujo un 26% desde 2007.
Hoy, esos medios emplean 40.600 profesionales, un poco menos que en 1978, cuando eran 43.000. Es un retroceso de 35 años.

La sangría de los anunciantes del impreso, en los EEUU y en Europa, va compensándose con la publicidad en internet. Los periódicos americanos calculan que, por cada dólar ganado con publicidad en sus webs, han perdido US$ 15 en el impreso (dato de 2012). La situación es mejor en Asia, gracias al crecimientos de las ventas de periódicos en China e India.

Por aquí, los periódicos no se cansan de divulgar datos optimistas sobre sí mismos. Folha publicó, en marzo, que la publicidad en los periódicos creció un 0,7% el año pasado. Según el "Estado", la circulación general aumentó un 1,8% en ese período.

Si todo está bien, ¿por qué sacrificar el producto? La Secretaría de Redacción dice que el cuaderno "Equilibrio" se eliminó porque ya "no era viable económicamente".
Sobre los despidos, afirma que "el débil crecimiento de la economía obligó a Folha a hacer ajustes puntuales en sus gastos".

Según la Secretaría de Redacción, "el crecimiento de los ingresos publicitarios es menor que la inflación" y el aumento de la circulación proviene principalmente de la venta de los "periódicos populares".

La situación económica de Folha es buena, la empresa no tiene deudas, pero, según la dirección, "las redacciones del futuro deberán ser cada vez más pequeñas, igual que el producto impreso".

Es una fórmula que difícilmente va a funcionar: estructurar un periódico menor, pero más sofisticado, para competir con la información gratuita ofrecida en internet y reducir un equipo con menos experiencia que, además, se encargue de mantener una web de noticias 24 horas.

Mientras no se impone un nuevo modelo de negocio, es así como las empresas están siguiendo hacia delante. A los que creen que el periodismo de calidad favorece la democracia solo les falta aguardar que la travesía salga bien.

A los fans de Rosely Sayão: la columnista continuará escribiendo en la página de "Equilibrio", en "Cotidiano".

LA CELULITIS DE LA CAMPEONA

Folha sintió la fuerza y la furia de las redes sociales esta semana. Una nota machista en "Folha Corrida", la contraportada del periódico, se convirtió en debate en internet y provocó el envío de 172 mensajes al diario.

Sobre la foto de la tenista rusa Maria Sharapova, en la que se mostraba un poco de celulitis en sus muslos, se público el título "Casi Perfecta" y un texto que decía que la tenista "supera la lluvia, pero no la celulitis".

Las lectoras se enfurecieron. En vez de pedir disculpas por la grosería, la Redacción se justificó diciendo que "fue un intento de usar el humor con la imagen de la atleta, que tiene status de celebridad no solo por sus resultados en la pista, sino también por su apariencia".

Los chicos de la Redacción deberían prestar más atención a una de las máximas del columnista Xico Sá: "Hombre que es hombre no sabe, ni intenta saber, la diferencia entre estrías y celulitis".

Traducido por MARÍA MARTÍN

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