Al pie de la letra

30/04/2018 - 15h21

Más de una semana después de la implantación de la reforma gráfica, Folha mostró a sus lectores que los cambios no son meramente estéticos. La nueva cara de la "misma Folha", como el periódico anunció, llegó -por lo menos hasta ahora- junto a modificaciones editoriales reales.

Al hojear el periódico, se percibe un menú con menos reportajes y textos más profundos, que ocupan la totalidad de una página, a veces más.

Durante el período de lanzamiento de nuevos proyectos es natural un esfuerzo concentrado de la Redacción para producir ediciones de mayor calidad, con reportajes profundas, ilustradas con fotos impactantes, para señalar que algo cambió para mejor.

El periódico ha logrado, días más y otros no tanto, mantener una secuencia de ediciones muy buenas, enriquecidas por productos especiales de alta calidad, tales como la nueva serie de Medio Ambiente sobre la crisis climática, o el tamaño de la lengua, en la lengua portuguesa, un deleite verlo en la plataforma digital del periódico, y los suplementos especiales sobre salud (día 27) y seguridad pública (día 20).

Otro ejemplo a ser citado es el reportaje que, con rigor periodístico y estadístico, detectó la alta probabilidad de fraude en el Enem, a partir del cruce, realizado por Folha, de respuestas dadas en 1.125 pruebas.

Este esfuerzo demuestra el notable empeño en realizar lo que el actual proyecto editorial de Folha preconiza: un abanico menos extenso de asuntos, pero, en contrapartida, con enfoques más amplios e interpretativos.

Vinicius Mota, secretario de Redacción de Folha, dijo que la reforma gráfica del diario impreso no tiene como objetivo estimular la publicación de textos mayores ni replicar entre semana la experiencia de los domingos.

"Los textos e infografías mejores sí -más densos, que iluminen más los asuntos centrales y no se pierdan en detalles. El producto sigue plenamente capaz de seguir con eficiencia la temperatura del noticiero y ahorrar tiempo al lector, con reportajes que extrapolan artificialmente la extensión necesaria para bien informar ", explicó.

La reforma actual ofrece opciones más radicales en relación a las características adoptadas en los últimos años por los periódicos en general: valorización del color, multiplicidad de gráficos, textos pequeños. De cierta forma, la tendencia venía siendo replicar, de una manera u otra, el atractivo visual de plataformas digitales. Si tal propuesta perdura y se muestra viable al pasar de los meses, destacará a Folha de los competidores de manera radical.

LA FUENTE DEL PROBLEMA

Los lectores atendieron con entusiasmo la invitación a comentar el nuevo proyecto gráfico. Si en los primeros días, la totalidad de los mensajes que recibí protestaba, durante la semana, 2 de cada 10 lectores vertieron elogios a Folha. Menos mal.

Alexandre Alves, por ejemplo, escribió que la reforma le devolvió el placer de la lectura, en lo que calificó de "feliz reencuentro". Dijo que el periódico buscó "ejercitar una mirada a quien quiere leer el mundo fuera de las aplicaciones, con atenta contemplación y observación de los fenómenos".

El lector Felipe Goes conmemoró: "¡Feliz en ver los medios impresos con inversión!"

El tema más polémico sigue siendo la fuente del texto del periódico, con percepciones diametralmente opuestas en relación al tamaño de la letra.

Los insatisfechos se quejaron de que la fuente más fina hace que las letras queden más "diminutas" y más apretadas, obligando al uso de lupa para la lectura del periódico. Otros relataron haber tenido la impresión de que la letra aumentó, mejorando la legibilidad.

La editora del Núcleo de Imagen, Thea Severino, explica que la nueva fuente tiene exactamente el mismo cuerpo (11) y la misma altura que la anterior. Enumera detalles casi imperceptibles, pero que se vuelven relevantes en el conjunto:

"1) El espacio interior de las letras (por ejemplo, la barriga del B) es mayor, 2) las serifas son mejor acabadas, conectando mejor una letra a otra, 3) espaciado entre las letras es mayor, es decir, es más ancha y más redonda, genera más comodidad y fluidez en la lectura, dando la sensación de que es mayor.

"Como el periódico quedó, en conjunto, menos estridente (con logos y títulos menores, más uso de blancos, menos y mayores fotos, etc.), adoptamos un peso más ligero en la letra también. Con el trazo ligeramente más fino, (...), es importante decir que, tanto en la altura como en la anchura, equivale a la anterior (las variaciones son mínimas, más o menos un 1%).

El tiempo dirá si el lector se acostumbrará a los cambios, acomodando el ojo para evitar tropiezos en las letras, concentrándose en el contenido.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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