Goleadas de información

11/06/2018 - 14h53

A cuatro días de la apertura, aún no se vive un ambiente de Copa del Mundo en Brasil. Ni en Folha. Pero el lector puede prepararse para que se torne prioridad de la prensa y de los medios en general durante las próximas semanas. Nadie conseguirá mantenerse lo suficientemente lejos de la cobertura deportiva por más que lo intente.

Es un espectáculo de números estratosféricos. La audiencia mundial es de 3.000 millones de personas. Cerca de 5.000 periodistas estarán en Rusia. Ningún otro acontecimiento moviliza a tantos países y a tantos profesionales en un lugar específico y un espacio de tiempo.

No se trata sólo de deporte. La inversión rusa en estadios e infraestructura fue de R $ 38.400 millones (US$ 10.400 millones), un 23% más que el presupuesto de la Copa en Brasil en 2014. Las dudas sobre transparencia de los contratos públicos surgieron allí siguiendo la misma línea que los que sucedieron hace cuatro años aquí.

El uso político del deporte forma parte de la estrategia de Putin para mantenerse popular.

Estas vertientes importantes suelen diluirse cuando empiezan los partidos. La pasión por el deporte eclipsa la racionalidad político-económica. En cierta forma, el informativo pasa a reflejar tal superación.

Entre el 14 de junio y el 15 de julio, selecciones de 32 países disputan 64 partidos, que empiezan entre 7h y 15h (horario de Brasil). Folha y todos los periódicos tendrán desafíos totalmente diferentes, con exigencias y dificultades específicas.

Inevitablemente habrá dos *Folha*s. Aquella impresa en papel relatará hechos ocurridos por lo menos 10 horas antes, habiendo sido transmitidos, por medio de incontables cámaras. La versión digital tendrá la tarea de informar en tiempo real, compitiendo con sitios web y periódicos y canales de televisión de todo el mundo.

La selección brasileña es un atractivo mundial. Así, la prensa brasileña será evaluada como los jugadores. Tendrá que mostrar si está a la altura de los mejores del mundo.

La grave crisis político-económica de Brasil no ayuda para que se viva un ambiente distendido y se valore de forma afectiva el espectáculo deportivo. Y tampoco permitió grandes inversiones. Esta frialdad está presente en las páginas de Folha. Hasta ahora, el periódico ha hecho ediciones discretas, sin osadía editorial o gráfica, con poca oferta diferencial y atractiva para el lector.

En la última semana, la publicación de un vídeo con análisis de Tostão sobre los esquemas tácticos de las selecciones favoritas, utilizando fichas de jugadores de fútbol, fue un lúdico presente a los lectores. Pero es poco. Muchos se quejan de la falta de información básica.

"La Copa está llegando, todos los equipos jugaron amistosos, te los pierdes, vamos a buscar los resultados. ¿Dónde? Nada! Ah, pero en la web sí que están. ¿Por qué insisto en leer el periódico impreso? ", Escribió un lector.

La restricción de espacio en el papel es una realidad. El lector con experiencia en copas pasadas, seguramente, encontrará la cobertura informativa sin sustancia. La migración de lectores a la web no siempre es tan fácil, frecuente o natural.

Cuando cité la coexistencia de dos Folhas en la Copa, hacía referencia a ese lector que no tiene experiencia en complementar el papel con la versión digital. Satisfacerlo exige la oferta de un abanico de reportajes y análisis con enfoques menos ligeros que aquellos ofrecidos por los medios electrónicos.

La fiesta de la imagen, el Mundial es un espectáculo televisivo, que necesita ser capturado de modo creativo por las versiones digitales de los periódicos. Le tocará al impreso introducir reflexión, crítica, contextos y narrativas creativas, con personajes y ángulos poco expuestos.

De lejos, Folha cuenta con el mejor equipo de comentaristas deportivos. Es necesario añadir a estos invitados de diferentes perfiles que analicen la competición bajo variados aspectos. Es una característica de la cobertura del periódico que se ha convertido en tradicional y eficiente.

La comparación del informativo general de la Copa con aquellos producidos por medios de comunicación extranjeros deja a Folha y a la prensa brasileña a leguas de distancia. Hasta el periódico económico Financial Times tuvo un mejor desempeño que los nacionales.

El diario británico ofreció a su lector una serie de reportajes que trataba el campeonato desde una perspectiva político-económica hasta de comportamiento, con una página excelente sobre moda y otra con una guía para seguir la actualidad deportiva en las redes sociales y en la televisión.

No hay acontecimiento mundial en que los brasileños inviertan tanto su tiempo y pasión como en la Copa del Mundo. Cada edición requerirá creatividad para superar la avalancha de información de todo tipo y de todos lados.

La Copa de Rusia debe ser aquella en la que se podrá seguir la competición a través de la mayor oferta de medios multiplataforma. Si se cubre con los ojos del pasado, el resultado para los periódicos será equivalente al trágico 7 a 1 de Alemania contra Brasil.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

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