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El acierto de Dilma
27/11/2013 - 11h03
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FERNANDO RODRIGUES
DE BRASILIA
La prisión de los condenados por el escándalo del mensalão terminó opacando la buena noticia que significó un veto presidencial reciente.
Hace menos de dos semanas, la presidenta Dilma Rousseff tomó una decisión valiente. Vetó por completo una ley que pretendía reglamentar la creación de nuevas ciudades en Brasil.
El veto de Dilma fue a favor del país y contra los políticos. Lo más fácil hubiera sido resignarse. Esconderse detrás del discurso según el cual "el Congreso es soberano". Decenas de miles de políticos hubiesen estado agradecidos.
Brasil tiene hoy 5569 ciudades y Brasilia (que no es ciudad ni Estado, sino solo una anomalía en forma de error histórico irreparable). Si la ley aprobada por diputados y senadores fuera sancionada, 269 municipios serían creados irreparablemente. Es rarísimo que una ciudad fallida vuelva a ser un barrio del municipio de origen.
La fiesta costaría miles de millones de reales. Esas 269 ciudades podrían tener un promedio de 10 concejales cada una (el número varía conforme al tamaño del distrito).
Serían así 2690 nuevos empleos que ocasionan poco o ningún trabajo. Sin contar los alcaldes, vicealcaldes, secretarias, choferes, asesores, presupuesto para el gabinete, entre otras cosas. Y, lo principal: el sueldo de cada uno de ellos.
En algunos países, las ciudades pequeñas no pagan honorarios para sus legisladores. En Estados Unidos, varias Asambleas Legislativas ni siquiera remuneran a sus diputados.
La costumbre en Brasil de dar un dinero para ese grupo se incrementó durante la dictadura militar -que necesitaba fidelizar políticos-. Y la democracia abrazó esa práctica poco honesta con fervor. Se multiplicaron las ciudades. En 1980 había 3992 municipios en el país, ahora son 5569.
Lo más cómodo para Dilma hubiera sido sancionar la ley de las ciudades. Disfrutaría así de miles de nuevas simpatías electorales, todas remuneradas con el dinero de los impuestos de los contribuyentes.
Dilma tomó una decisión antipopulista. Es raro. Merece un registro.
Traducido por NATALIA FABENI
Pedro Ladeira/Folhapress | ||
Dilma Rousseff vetó por completo una ley que pretendía reglamentar la creación de nuevas ciudades en Brasil |