Con un aumento en los delitos ambientales y el 59% de la población viviendo en municipios con una fuerte presencia de facciones del tráfico de drogas, la Amazonia Legal es hoy uno de los principales desafíos de seguridad pública en el país.

Cada uno de los 60 mil policías militares en la región sería responsable de 83 km², casi cuatro veces el promedio nacional, y la escasa estructura de las policías civiles dificulta la responsabilización de los criminales ante la justicia.

Los miembros de facciones como el Comando Vermelho y el Primer Comando da Capital se encuentran en 178 de los 772 municipios de la región.

Mientras que la deforestación aumentó un 85,3% de 2018 a 2022 en la región formada por nueve estados, el comercio de madera de ley creció un 37,6% en el mismo período. La incautación de cocaína por parte de las policías estatales aumentó un 194% de 2019 a 2022, con 20 toneladas incautadas en el último año. El decomiso de armas aumentó un 91% en este período.

Los datos se desprenden del estudio "Cartografías de la Violencia en la Amazonía", elaborado en colaboración entre el Foro Brasileño de Seguridad Pública y el Instituto Mãe Crioula, y serán presentados en la COP28, la conferencia de la ONU sobre el clima.

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