Marta, la máxima goleadora de todos los Mundiales de Fútbol, goleaba hasta en campos de tierra
De 2003 a 2004, la pichichi jugó en la capital minera, compartiendo casa y ganando el salario mínimo
Casi dos años después de entrar en el autobús que la llevó de Dos Riachos (AL), su ciudad natal, a Río de Janeiro, Marta Vieira da Silva se encontró sin club. Y es que el Vasco decidió cerrar el combinado femenino justo después de que ella disputase en Canadá el Mundial sub-19 con la selección brasileña.
Una compañera de equipo, Ludmila, cogió el teléfono y llamó a una entrenadora con quien había trabajado en Belo Horizonte y pidió una vacante para "una niña que había destacado en el Mundial" y no tenía club. Al otro lado de la línea, Vera Lucía, escéptica, acabó aceptando hacerle una prueba.
Y así, Marta, de 33 años, llegó al Santa Cruz-MG. Y en un campo de tierra batida, ganó todos los mundiales que disputó los dos años que permaneció en el equipo.
Marta residía en un inmueble de dos cuartos con otras siete jugadoras. A veces, cuando se producía alguna pelea entre ellas, se iba a vivir a casa de Vera durante un tiempo. Además, era de las pocas que ganaba salario por jugar, cerca de R$ 240 (R$ 780 en valores corregidos por la inflación).
Por aquella época, un día de entrenamiento, llegó a la sede del Santa Cruz un fax: Marta estaba en la lista de convocadas de la selección brasileña para disputar el Mundial de 2003. Y gracias a aquel campeonato la jugadora fue descubierta por el Umea, de Suecia, y arrancó su carrera meteórica. El pasado martes (18), Marta consiguió anotar su 17º gol en un Mundial. Nadie ha marcado más que ella en un Copa del Mundo.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA