Interlagos acogió el domingo (17) el segundo GP de Brasil consecutivo sin la presencia de pilotos del país en la parrilla, tras la despedida de Felipe Massa en 2017. Solo se vivió una situación parecida en el Mundial de 1969, que tampoco contó con la presencia de brasileños.
Las perspectivas para la temporada 2020 no son mucho más alentadoras. De los 20 asientos en las 10 escuderías del Campeonato Mundial de F-1, apenas 3 no están oficialmente ocupados.
Dos de estas posiciones están en los equipos Red Bull y Toro Rosso. El consultor Helmut Marko, responsable del programa de pilotos empresa, ya indicó que el francés Pierre Gasly, de 23 años, y el tailandés Alexander Albon, también de 23, deberían permanecer en Toro Rosso y Red Bull, respectivamente.
Eso dejó una vacante en Willians. Según la prensa inglesa, se espera que el equipo confirme el debut del canadiense Nicholas Lafiti, de 24 años.
Dos brasileños son pilotos de prueba en la F-1: Pietro Fittipaldi, de 23 años, de Haas, y Sérgio Sette Câmara, de 21 años, en McLaren. Ninguno en la actualidad puntuaría para obtener la súper licencia de automovilismo requerida en la F-1.
Cada competencia organizada por la Federación Internacional del Automóvil garantiza una cierta puntuación de acuerdo con el desempeño del piloto. Para llegar a la F-1, deben tener 40.
Fittipaldi suma 36. Por la Haas, espera acumular puntos en 2020 en sesiones de entrenamiento libre. Sette Câmara tiene 10.
La puntuación requerida no es el único obstáculo para aquellos que sueñan con llegar a la élite del automovilismo.
“La parte financiera es muy importante en la F-1. He tenido a mis patrocinadores durante mucho tiempo, pero aún necesitamos que otros pilotos jóvenes puedan ascender de categoría con el impulso de patrocinadores", explica Pietro Fittipaldi, nieto del dos veces campeón mundial Emerson Fittipaldi, ganador del campeonato de 1972 y 1974.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA