Pedro Barros, de 26 años, ya tenía un currículum de peso en 2016, cuando se confirmó el skate en los Juegos de Tokio. Los Juegos Olímpicos pueden generar ganancias en cuanto a popularidad y visibilidad del deporte, pero comprometen sus elementos culturales, como las raíces transgresoras y la armonía entre los practicantes.
La decisión de Pedro de representar el skate en Japón fortaleció el movimiento y minimizó desconfianzas.
“Esta medalla es simplemente un detalle, un recuerdo. Esta experiencia de vida es mucho más grande y mucho mejor que cualquier objeto material ”, dijo.
La medalla plata la conquistó en la disputa de la modalidad park, el jueves (5), tras Pedro ser superado por el australiano Keegan Palmer. “Tuvimos la oportunidad de llevar el deporte a una de las plataformas más grandes del mundo y transmitir un mensaje maravilloso. Esto, para mí, es más grande que cualquier título que haya ganado, mucho más grande que cualquier cosa que haya hecho en mi vida”, dijo.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA