La pérdida de puntos en el fútbol por racismo de los aficionados es una realidad lejana

Brasil es el único país que prevé la sanción, que no se ha aplicado efectivamente

São Paulo

El deporte ha tenido en los últimos días nuevos casos de racismo en estadios de fútbol en diferentes países, evidenciando que las medidas adoptadas hasta ahora para frenar la práctica no han resultado efectivas.

El portero francés Mike Maignan, del Milan, en Italia, y el centrocampista jamaiquino Kasey Palmer, del Coventry City, en Inglaterra, fueron blanco de insultos o gestos racistas.

Estos episodios llevaron al presidente de la FIFA (la máxima entidad del fútbol), Gianni Infantino, a defender que los equipos cuyos aficionados promuevan manifestaciones racistas sufran una derrota automática.

En Brasil, la Confederación Brasileña de Fútbol comenzó a prever, a partir de febrero de 2023, una serie de sanciones que pueden aplicarse en caso de "infracción de carácter discriminatorio" cometida por directivos, clubes, atletas, técnicos, aficionados y árbitros.

Advertencia, multa de hasta R$ 500 mil, prohibición de registro o transferencia de jugadores y pérdida de puntos, como propugna Infantino, están entre las sanciones previstas.

Sin embargo, desde que las posibles sanciones fueron agregadas al reglamento, ningún equipo ha perdido puntos.

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