Con el objetivo de vender áreas sin licencia en la ciudad de São Paulo, el crimen organizado ha aumentado de 90 a 160 en menos de un año el número de terrenos devastados.
En total estas áreas suman 7,2 millones de metros cuadrados, lo que equivale a 4,5 veces el parque Ibirapuera, localizado en el sur de la capital.
La información es parte de un estudio realizado por el concejal Gilberto Natalini (PV) y ex secretario municipal de Medio Ambiente de São Paulo.
Según el informe, los delitos ambientales cuentan con la protección de una red de seguridad compuesta por agentes, funcionarios del Ayuntamiento e incluso parlamentarios.
Un artículo publicado en enero por Folha reveló que las propiedades públicas y privadas en la capital y área metropolitana de São Paulo estaban siendo explotadas por delincuentes vinculados al PCC, una táctica similar a la adoptada por los paramilitares en Río de Janeiro.
El documento no consiguió provocar la apertura de una comisión parlamentaria para investigar posibles omisiones por parte de los organismos municipales, pero atrajo, según Natalini, a decenas de personas dispuestas a denunciar esta devastación de áreas verdes y su conexión con el crimen organizado.
El estudio incluye videos, fotos, grabaciones con drones e imágenes por satélites realizadas por el concejal y su equipo.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA