Recibí una invitación vía WhatsApp para una fiesta en la armería Mahrte, en Chácara Klabin (sur de São Paulo), este sábado (14).
El mensaje también anunciaba carnes a la parrilla, cerveza fría y música en vivo, con un dúo de música country.
A las 13:00, la atracción principal: rifles listos para ser vendidos. Eran las misteriosas Fire Eagle, objeto rumores entre los amantes de las armas de fuego.
El precio de lanzamiento promocional es de R$ 19.900, dividido en diez cuotas en la tarjeta, independientemente del modelos.
Pero para salir de allí con uno en las manos hay que cumplir una condición: se debe tener registro CAC, es decir, ser coleccionista, tirador deportivo o cazador.
La venta de rifles a la población fue prohibida en Brasil antes de la llegada del presidente Jair Bolsonaro. "Todo el mundo tiene que comprar un rifle, hombre. Las personas armadas nunca serán esclavizadas", dijo en agosto pasado.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA