El asado brasileño debe ser más que una buena copia del americano, dice el creador de Churrascada

"Es el momento de buscar la identidad brasileña a la barbacoa"

El próximo sábado, 3.000 personas que pagaron R$ 550 cada una se reunirán en el barrio de Mooca, en São Paulo, para comer asado hasta cansarse en el evento Churrascada.

Como viene ocurriendo desde 2015, la barbacoa americana, la técnica más popular entre los amantes de la parrillada, promete ser uno de los platos fuertes del evento.

Pero quien preste mucha atención verá que nuevos vientos soplan sobre las brasas de la Barbacoa, una tendencia que ya se dejaba ver en las últimas ediciones y que ahora parece reforzarse.

Estarán Antônio da Conceição, preparando la carne ahumada de Maragogipe (Bahía), y el gaucho Fabricio Goulart, asando las paletas en la parrillada de foso, un método centenario que resiste en las pampas.

Y también Maíco dos Santos, invitado del Alter do Chão (Pará) y encargado de exhibir la piracaia amazónica, pescado asado en moquém.

Para preparar el menú con acento brasuca, Gustavo Bottino, creador del festival, aprovechó la interrupción del encuentro durante la pandemia de Covid para sumergirse en la investigación de técnicas de los pueblos originarios de las Américas.

"Creo que estas técnicas tienen el potencial de convertirse en una nueva ola. Es el momento de buscar la identidad brasileña a la barbacoa", dice.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA