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Los estadios son obras "sencillas", afirma Rousseff
24/01/2014 - 12h39
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LEANDRO COLON
ENVIADO ESPECIAL A ZURICH
LUCAS VETTORAZZO
DE RÍO
La presidenta Dilma Rousseff afirmó ayer en Suiza, al lado del presidente de la FIFA, Joseph de Blatter, que todos los estadios previstos para el Mundial serán terminados a tiempo.
"Los estadios son obras relativamente sencillas. El gobierno pondrá todo su empeño en hacer el Mundial de los Mundiales. Eso incluye estadios, aeropuertos, puertos, todo lo que fuera necesario para recibir a todos los que van a llegar a visitarnos", dijo.
El comentario de Dilma fue hecho después de la insistencia de Folha para que se manifestase, delante de Blatter, acerca de la posible exclusión del estadio de Curitiba, en la mira por el atraso de sus obras.
En una declaración conjunta de los dos a la prensa, el tema no fue citado y los periodistas fueron informados que tanto Dilma como Blatter no iban a responder preguntas.
Frente a las repetidas preguntas de Folha, la presidenta dijo: "Pueden venir a Brasil, todos van a ser recibidos de brazos abiertos por el pueblo brasileño".
Rousseff se negó a decir si prometió o no a Blatter que el estadio va a estar listo a tiempo.
Anteayer, el secretario general de la FIGA, Jérôme Valcke, dijo en Brasil que la situación es de "emergencia" y dio un plazo hasta el 18 de febrero para tomar una decisión sobre el estadio.
La declaración de Rousseff y Blatter en la sede de la FIFA fue protocolar. Prometieron, por ejemplo, que el Mundial tendrá como bandera la lucha contra el racismo, apoyar la paz y los derechos de las mujeres. El encuentro duró casi una hora.
Blatter adoptó un tono conciliador: "Brasil va a organizar un gran Mundial. Todavía faltan algunos meses y si fuera necesario hacer algún retoque en alguna parte, lo vamos a hacer".
El encuentro en Zurich fue agendado para mostrar que hay buena sintonía entre el gobierno brasileño y la FIFA, después de una serie de desencuentros en 2013, como sucedió en la Copa de las Confederaciones, marcada por las protestas en las calles y los abucheos en la apertura.
La crisis aumentó cuando Dilma no presenció la final, en Río.
VALCKE
Tres días después de amenazar con excluir a Curitiba del Mundial, el secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, trató de tranquilizar al público al afirmar, ayer, que los hinchas pueden comprar entradas y reservar vuelos para los partidos previstos a realizarse en esa ciudad.
Valcke, admitió que "no hay una solución fácil" para la situación del estadio y afirmó que hasta el 18 de febrero, fecha límite para tomar una decisión acerca de si el estadio está en condiciones o no para recibir los partidos, la FIFA no pensará en un plan B.
Traducido por NATALIA FABENI
Fabrice Coffrini/AFP |
La presidenta Dilma Rousseff saluda al presidente de la FIFA, Joseph Blatter |