Delación en el armario

18/06/2018 - 15h46

Lector de Folha desde hace más de 20 años, César G. Fricks se dirigió al Ombudsman con la siguiente critica: "Algunos reportajes de investigación que acaban en acusaciones son posteriormente negadas por los involucrados de forma que parece convincente para el lector. Sin embargo, no hay una respuesta por parte de del periodista o una admisión de error". La preocupación del lector es pertinente.

El 20 de mayo, el títular en la portada de Folha decía: "La Fiscalía investiga comisiones ilegales de la CCR a Alckmin". De acuerdo con el reportaje destacado de la sección de "Poder", representantes de la empresa relataron al Ministerio Público de São Paulo que cerca de R$ 5 millones (US$ 1,34 millones) habían sido destinados a la financiación ilegal de la campaña del exgobernador pesedebista en 2010.

El 3 de junio, Marcelo Martins de Oliveira, abogado de Alckmin, escribió un artículo en Folha en el que afirmaba haber obtenido copias de dicha investigación. "En ella simplemente no consta ninguna referencia, mucho menos acusación, sobre Geraldo Alckmin, el hecho, noticiado como verdadero, no existe, no había ni siquiera mención indirecta al exgobernador", afirmó.

¿Qué hizo Folha a partir de ahí? Responde el lector: "Nada más fue publicado al respecto".

El editor de Poder, Fabio Zanini, dijo que el reportaje se refiere a la negociación de acuerdo de delación de la CCR con el Ministerio Público. "En esas declaraciones preliminares, se produjo la revelación de financiación ilegal para el cuñado de Alckmin, no tomamos la información como verdad, sólo describimos un hecho y atribuimos la autoría de la información y dimos espacio al otro lado.

Según Zanini, Folha se basó en fuentes con acceso al acuerdo de delación, que aún no ha sido formalizado.

Los periodistas suelen bromear sobre cadáveres escondidos en el armario. La imagen a veces se vuelve contra ellos.

El 14 de junio de 2016, tras la revelación inicial del diario O Globo, Folha constató, confirmó y publicó en el titular: "Marina quería evitar el vínculo con constructora, dice el socio de la OAS". El reportaje trataba de la negociación de delación del empresario Léo Pinheiro, dueño de la OAS, en la que señalaría que la campaña de Marina Silva habría recibido dinero (financiación ilegal) de la empresa. Marina niega rotundamente tal negociación.

El periodista Nilson de Oliveira, que integró la Coordinación de Comunicación de dos campañas de Marina a la Presidencia (2010 y 2014), apuntó fallos en el reportaje. El editor de Poder afirmó que toda la información del texto había sido comprobada con dos interlocutores de Léo Pinheiro y dos investigadores de la Operación Lava Jato.

Hace dos años del titular y hasta hoy la delación no ha sido homologada. Folha no publicó ninguna línea que, por propia investigación, pudiera arrojar luz sobre el episodio.

El caso volvió a la superficie el 7 de junio, después de que el TSE anunciara lo que definió como "la primera decisión sobre un caso de divulgación de fake news en internet." El tribunal mandó a Facebook a eliminar cinco publicaciones hechas en 2017 que asocian a Marina a pagos hechos por constructoras investigadas en el marco de la Operación Lava Jato. Se basan en noticias publicadas por Folha y otros medios de prensa.

Oliveira volvió a escribir, demandando una corrección de la noticia de 2016, Zanini reafirmó que el reportaje atribuyó todo a Leo Pinheiro y ofrece espacio a la versión contraria. Reconoció, no obstante, que el acuerdo judicial no llegó a cerrarse.

¿Y el lector? Sin saber en quién creer, queda dividido entre la versión de acusadores y acusados.

Por más que reconozca que Folha buscó publicar información de interés público, considero que falló, por limitarse a reproducir información sin explicitar el origen y por no empeñarse en investigaciones que corroborasen la narrativa que publicó.

La definición de noticia falsa es más amplia que el simple relato mentiroso. Noticia incompleta, falsa, incorrecta, distorsionada, todo esto ha sido considerado fake news.

La postura pasiva de los periodistas, a veces como meros repasadores de información de fuentes que se esconden en el anonimato, sin llevar a cabo precisiones rigurosas e independientes, estimula al lector a dudar de esos relatos y afecta su confianza en la prensa.

Traducido por AZAHARA MARTÍN

Lea el artículo original