Una semana después del inicio de las lluvias en Rio Grande do Sul, las inundaciones continúan avanzando, principalmente en la Gran Porto Alegre.
Las tormentas han dejado al menos 85 muertos y 339 heridos en el Estado. Hay 134 desaparecidos y 336 municipios están en estado de calamidad pública.
Con pistas y salas inundadas, el aeropuerto Salgado Filho no tiene previsto reanudar los vuelos. Los pasajeros buscaban alquilar autos para salir de la capital gaucha.
En las carreteras, los bloqueos continúan. Se estima un costo de R$ 1 mil millones solo para la recuperación de las vías federales.
También en Porto Alegre, los residentes de dos barrios tuvieron que abandonar sus hogares ante el riesgo de nuevas inundaciones. Al miedo de las aguas se suman el de los saqueos y la violencia. Hay relatos de ataques a supermercados y residencias. En todo el Estado, hay 47,676 personas desplazadas.
En Brasilia, el presidente Lula (PT) envió al Congreso un proyecto de decreto legislativo que reconoce el estado de calamidad pública en Rio Grande do Sul. El objetivo es facilitar la liberación de recursos.
El Gobierno también dice que agilizará la distribución de R$ 1 mil millones en enmiendas parlamentarias; R$ 614 millones deberían llegar hasta este miércoles (8).