En una destrucción considerada sin precedentes en Rio Grande do Sul, las fuertes lluvias que afectan al estado han dejado al menos 29 muertos desde el lunes (29), 60 desaparecidos, 36 heridos y casi 15 mil personas fuera de sus hogares. Las inundaciones arrastraron construcciones y aislaron a los residentes.
La falta de acceso, junto con las condiciones climáticas, dificulta el rescate y la restauración del suministro eléctrico para más de 320 mil propiedades, según las empresas concesionarias RGE y CEEE Equatorial. La concesionaria Corsan informa que alrededor de 542 mil clientes están sin suministro de agua.
El gobernador Eduardo Leite (PSDB) decretó la calamidad pública en el estado y apeló a los residentes en áreas de riesgo: "Salgan de sus hogares y busquen lugares seguros".
En Estrela y Lajeado, el nivel del río Taquari superó, por primera vez, los 30 metros.
En Putinga, una casa fue arrastrada por la fuerza del torrente el miércoles. La ciudad podría sufrir aún más inundaciones con el riesgo de ruptura de la presa de Santa Lúcia, capaz de inundar toda el área central.