Uno de los mayores lobbies del mundo político avanzó este jueves (11) en el pleno de la Cámara de Diputados de Brasil, que aprobó el llamado PEC (proyecto de enmienda constitucional) de la Amnistía, en primer turno por 344 votos a 89, y en segundo turno por 338 votos a 83.
Con el apoyo del PT de Lula y del PL de Jair Bolsonaro, la propuesta revoca la determinación de que los negros deben recibir fondos electorales de forma proporcional al número de candidatos (en 2022, los negros y pardos sumaron el 50,27% de las candidaturas), concede perdón a irregularidades y abre además un generoso y perpetuo programa de refinanciamiento de deudas a los actuales 29 partidos políticos.
El PEC será enviado ahora al Senado. Al ser una enmienda a la Constitución, si es aprobada por los senadores se promulga directamente, sin necesidad de veto o sanción presidencial. Sobre la cuestión de los negros, el PEC tiene el objetivo de tumbar la decisión del STF (Supremo Tribunal Federal) que obliga a los partidos a distribuir los fondos de campaña de forma proporcional al número de candidatos blancos y negros (negros y pardos). Esto ya rige desde 2020. En la contienda de 2022, por ejemplo, los negros y pardos deberían haber recibido el 50% de los fondos electorales de R$ 5 mil millones, pero la determinación fue incumplida generalizadamente por los partidos.
La propuesta aprobada ahora establece un texto que sufrió diversas modificaciones en los últimos días, varias de ellas hechas este jueves. Según el texto que se votó, los partidos aplicarán el 30% de los recursos en las candidaturas de negros, es decir, reduciendo el porcentaje de alrededor del 50% al 30%.