El único lugar de Brasil donde los científicos lograron identificar con claridad las marcas de la catástrofe que sufrieron los dinosaurios hace 66 millones de permite ahora la visita de estudiantes y profesores universitarios.
Llamado oficialmente Geossítio K-Pg Mina Poty, el lugar se encuentra en Paulista (PE), cerca de Olinda. El área era parte de las labranzas mineras explotadas por la empresa Votorantim Cementos cuando fueron identificados allí a principios de los años 1990 vestigios geológicos causados por el impacto de un meteorito. Todo gracias a las labores del Gilberto Albertão, que en la época cursaba una maestría en la Universidad Federal de Ouro Preto, bajo la dirección de Paulo Martins.
Aunque las actividades mineras continúan en los alrededores, la empresa, en colaboración con la UFPE (Universidad Federal de Pernambuco), decidió transformar cerca de seis hectáreas de la antigua labranza en área protegida.
La hipótesis más aceptada para explicar la desaparición de los dinosaurios y otras especies al final del Cretáceo es el impacto de un meteorito de unos 15 km de diámetro en la península del Yucatán, en México.
Con una energía comparable a la de 10.000 millones de bombas atómicas de Hiroshima, el impacto provocó tsunamis, incendios y un desastre atmosférico casi inimaginable. La relativa proximidad del litoral pernambucano con la zona de impacto directo del meteorito contribuyó a que hayan quedado allí rastros de la catástrofe.
En otros lugares de Brasil, los procesos de deposición de sedimentos al final del Cretáceo no favorecieron la supervivencia de evidencias de colisión.
Las exposiciones en el local explicarán con detalle la importancia de los descubrimientos y la web de Votorantim también recogerá información general y estudios científicos realizados en la región.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA