Hay 453 explotaciones mineras ilegales en la Amazonia brasileña, según un mapa inédito elaborado por una red de investigadores del Instituto Socioambiental, una entidad no gubernamental.
En todo el bioma, que abarca parcelas de territorios de nueve países, se han descubierto más de 2.500.
Venezuela lidera el ranking, con 1.899 áreas de explotación minera clandestina, pero Brasil ocupa el primer puesto cuando se especifica la actividad ilegal dentro de tierras indígenas, con 18 de los 37 casos identificados.
El presidente electo, Jair Bolsonaro (PSL), defiende que los indios tengan derecho a explotar sus tierras.
Según Roberto Cabral, coordinador de operaciones de fiscalización del Ibama, la minería ilegal provoca la "destrucción de la cobertura vegetal del bosque. En la Amazonia, la mayoría de las explotaciones ilegales siguen el curso del agua de forma que derrumba barrancos, cambia el curso de ríos y arrasa manglares. Además, el mercurio utilizado en la actividad se propaga por el río".
Para la elaboración del mapa, los estudios recopilaron, a lo largo de un año y medio, información derivada de trabajos técnicos, socios locales, imágenes por satélite y noticias publicadas en la prensa.
Se analizaron 30 ríos afectados por la actividad explotadora, la entrada de insumos y la salida de minerales.
Para el grupo, el documento permitirá intervenciones más articuladas en pro de la floresta.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA