Los principales sospechosos del 'día del fuego', que tuvo lugar el 10 y 11 de agosto, son productores, madereros y empresarios, según investigaciones de la Policía Civil y Federal a las que Repórter Brasil tuvo acceso.
Asimismo, según la policía, los responsables recaudaron fondos para pagar los costos del combustible, una mezcla de gasóleo y gasolina, que se utilizó para propagar las llamas. Además, contrataron a ciclistas para que se adentrasen en la floresta por caminos de tierra y esparcieran el líquido inflamable.
Tras la quema coordinada de pastos y áreas en proceso de deforestación, la ciudad de Novo Progresso, Pará, sufrió un aumento de los focos del 300% en apenas esos dos días.
Uno de los primeros sospechosos escuchados por la Policía Civil es Agamenon Menezes, presidente del Sindicato de Productores Rurales de la ciudad y que fue el objetivo de una operación de búsqueda e incautación de la Policía Federal el martes (22).
La Operación Pacto de Fuego confiscó documentos en la sede del sindicato, así como la computadora personal de Menezes. Los oficiales de la policía llevaron a cabo otras tres órdenes de búsqueda e incautación, pero no revelaron cuáles eran los objetivos.
En una entrevista previa, realizada a principios de octubre, Menezes negó que productores y agricultores hubieran urdido un plan para quemar la floresta y atribuyó el aumento de los incendios a la estación seca.
Por su parte, la Policía Civil ya estaba investigando al empresario Ricardo de Nadai, dueño de la tienda Sertão Agropecuaria. Según los informes de la investigación, fue el creador de un grupo de WhatsApp llamado Sertão, con 70 miembros, donde se acordaron los detalles sobre el día del incendio.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA