"Miden nuestra temperatura en el metro", cuenta una brasileña residente en China

Supermercados, estaciones de metro y urbanizaciones realizan pruebas rápidas para identificar infectados

São Paulo

La ingeniera brasileña Cindy Amaral Saikawa, de 31 años, vive en Shenzhen, China, a por lo menos mil kilómetros de Wuhan, el epicentro del coronavirus chino, no obstante, su rutina ha cambiado drásticamente en las últimas semanas.

"Nos miden la temperatura en las estaciones de metro, en los supermercados e incluso en nuestro propio edificio, por el portero. Si tienes fiebre, ya te llevan directamente al hospital", cuenta.

Los estantes de los supermercados se vacían más rápido de lo que se llenan. La carne se pudre en cajas en el suelo de los mercados. Los productos de higiene, el alcohol y las máscaras protectoras duran menos de una hora en los establecimientos, de acuerdo con la brasileña.

Los brasileños Cindy Amaral Saikawa, 31, y Felipe Imoto Saikawa, 32, en Shenzhen. - Arquivo pessoal

"Esta semana los mercados se quedaron sin alimentos, principalmente sin productos perecederos. La gente comenzó a aprovisionar alimentos y los mercados no pudieron atender la demanda. El gobierno incluso envió un comunicado pidiendo a las personas que no se acumulasen productos y que todo se abastecería normalmente, pero ya no encontramos ni alcohol ni máscaras", explica ella.

La provincia de Guangdong, donde se encuentra Shenzhen, tiene 249 casos confirmados de coronavirus, pero no ha reportado muertes, hasta el momento. Hasta el miércoles (29), ya había confirmados más de 6.000 casos en todo el mundo y 133 muertes, todas en China.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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