La pandemia hace que las ciudades del interior del país colapsen y la población presiona a alcaldes

Faltan presupuesto, camas, vacunas y ahora incluso medicamentos en ciudades alejadas de las capitales

São Paulo

“Hoy, veo lo que es la Covid. Comparando, el año pasado no teníamos nada. Y no sabemos cuándo terminará. Es como si estuvieras con los ojos vendados yendo a la guerra, sin saber lo que puede hacer el enemigo”.

Así es como el alcalde Isaú Fonseca (MDB), de la ciudad de Ji-Paraná, en medio de la Amazonia, define la situación de la pandemia que ha colapsado el sistema hospitalario de la región.

De norte a sur, las ciudades del interior del país vieron sus sistemas sanitarios desbordados a principios de este año en plena segunda ola de la Covid-19, en muchos casos mucho más devastadora que la primera.

Sin recursos, sin vacunas, sin camas, sin oxígeno y ahora incluso sin medicamentos, los alcaldes por sí mismos imponen restricciones y cierran sus ciudades, y se les presiona por ello.

El cierre es la medida más urgente en regiones donde la situación es grave para dar alivio al sistema de salud, dice la epidemióloga Ana Luiza Bierrenbach.

Araraquara, en el interior de São Paulo, decretó el lockdown en febrero, y se prohibió circular por la ciudad. “Continuaron las hospitalizaciones, también las muertes, pero al menos la gente no se moría en la cola esperando una cama”, dice.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

Lea el artículo original