Los delfines desaparecen, pero los manglares brindan esperanza a la Bahía de Guanabara

Solo quedan 30 ejemplares de los animales que lucen en el escudo de armas de la ciudad desde 1896; La posibilidad de regeneración divide a los expertos

Cuando las primeras promesas de limpieza de la Bahía de Guanabara, en Río de Janeiro, estaban en pañales, alrededor de cuatrocientos delfines de Guayana aún circulaban por sus aguas contaminadas.

Los manglares, que cubrían toda la costa y alrededores justo antes de la explotación urbana, ocupaban unos 60 kilómetros cuadrados, menos de una cuarta parte de lo que fueron un día. Tras 40 años de promesas fallidas de limpieza, los dos símbolos de lo que alguna vez fue una bahía limpia tuvieron destinos diferentes.

Zona preservada de la Baía de Guanabara Crédito: Rodrigo Campanário / Projeto Uçá

Actualmente no hay más de 30 delfines, y los que quedan están condenados a desaparecer en las próximas décadas. No obstante, los manglares, ya han copado su área protegida y se están expandiendo a otras regiones. La diferencia refleja la diversidad de la calidad ambiental de los 328 kilómetros cuadrados de agua de la bahía, cuya imagen está completamente asociada a aguas residuales. También muestra el impacto de la contaminación y la capacidad de recuperación de la naturaleza.

La principal área de manglares remanentes está en la APA (área de protección ambiental) de Guapimirim, en el fondo de la bahía. Creada en 1984, garantizaba la supervivencia del ecosistema amenazado por la extracción de madera para los hornos alfareros que funcionaban en el perímetro de la bahía.

En los 37 años de conservación, toda el área ha sido regenerada naturalmente o reforestada. Actualmente, no hay espacio para la replantación.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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