Pescadores de la Bahía de Guanabara, en Río de Janeiro, encontraron una botella de plástico conmemorativa del Mundial de 1998 en la Isla del Pontal, en São Gonçalo. Estaba entre la basura de una de las playas de la bahía y fue recuperada por miembros del proyecto Águas da Guanabara, que elimina los residuos sólidos arrojados al mar. "Cuando tomé esta botella, que saqué del lodo, vi los muñequitos. Estaba cerca de mi jefa y le dije: 'mira lo que encontré, de la Copa del Mundo, de los minicraques'. Es una botella que ha estado en el mar durante muchos años", cuenta el pescador Rogério Antunes, mencionando los coleccionables que representaban a los jugadores en la campaña publicitaria de Coca-Cola.
Pese a estar sucia y cubierta de cracas, la botella aún estaba intacta y tenía su etiqueta preservada. En ella se pueden ver las ilustraciones de los jugadores Dunga y Romário, que formaban parte del merchan de la marca durante el Mundial de 1998, en Francia.
"La botella incluso tiene un plástico más resistente, que en aquella época Coca-Cola y otras empresas solían usar. Parecía una de esas botellas retornables. Hoy en día no, los plásticos son más finos", observa Antunes. Dos décadas y media después, la botella fue encontrada a principios de este mes, sin tapa, por supuesto. Según el Ibama, una botella PET puede tardar de 200 a 600 años en descomponerse. Al ser arrojada al mar o a los ríos, este tipo de plástico libera sustancias tóxicas que contaminan el agua.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA