Manaos, cubierta por una niebla tóxica

Durante sucesivos días, Manaos ha sufrido niveles de calidad del aire muy malos o pésimos debido al humo de los incendios y la sequía

Manaus


La ciudad más poblada de la Amazonia, Manaos, vive de ola en ola de humo, igualando las rutinas de municipios que se encuentran en regiones amazónicas más degradadas y deforestadas, y que viven desde hace años bajo nieblas tóxicas.

Manaos, bajo la nube de humo - Bruno Kelly/Reuters

Durante cinco días consecutivos, la capital de Amazonas, con más de 2 millones de habitantes, quedó cubierta por el humo de los incendios y fue responsable de niveles de calidad del aire muy malos o pésimos, según el seguimiento de Selva (Sistema Electrónico de Vigilancia Ambiental), vinculado a la UEA. (Universidad del Estado de Amazonas).

La ola de humo de principios de noviembre es similar a otras dos que se produjeron en octubre. O días enteros esporádicos con un horizonte gris, aire irrespirable, olor a quemado impregnando ropas y objetos y efectos nocivos para el organismo, especialmente para aquellas personas con problemas respiratorios.

Lo que está sucediendo en la capital de Amazonas durante este período de sequía –una sequía histórica, con el nivel más bajo del río Negro en 121 años– es similar a lo que se vive desde hace algún tiempo en regiones que están en la frontera de la deforestación, como Lábrea (AM) y Humaitá (AM), en el sur del estado, y Porto Velho (RO). La degradación de los bosques ha destruido las fronteras del humo, que se incorpora a la vida cotidiana de estas localidades.


En la actual ola, tanto el Ibama como el gobierno de Amazonas atribuyen la responsabilidad a estados como Pará, y también a los incendios en la región metropolitana de Manaos.
En un comunicado, la Secretaría de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Pará dijo que el Estado no tiene "confirmación" de que el humo en Manaos provenga de la región.

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