Con uno de los mayores índices de embarazo precoz en Amazonas, la ciudad de Autazes, en el interior del Estado, ve a muchas de las niñas del municipio de 41 mil habitantes convertirse en madres antes de siquiera cumplir los 20 años.
Situada a 111 km de Manaus, la ciudad requiere un viaje de 12 horas en barco o un recorrido que incluye dos travesías en balsa o lancha y un trayecto en automóvil. Allí, es común ver a niñas que son madres antes de 15 años.
Un embarazo a esa edad es considerado precoz por la Organización Mundial de la Salud. La institución considera embarazo adolescente a aquellos entre los 10 y los 19 años. En Brasil, cualquier embarazo antes de los 14 años se considera un riesgo para la vida de la madre y, por lo tanto, está dentro de las condiciones para realizar un aborto legal.
A pesar de este marco legal, en 2023, datos preliminares del municipio indican 21 embarazos de niñas de hasta 14 años.
Bruna Nóbrega, de 14 años, madre de Arthur, de 5 meses, forma parte de esta estadística. "Mi madre dejó muy claro que si quedaba embarazada, tendría que tenerlo", dice Bruna. Y así fue. Ahora, la niña y el bebé comparten una habitación en una casa de madera en un barrio dominado por el tráfico de drogas.
La enfermera Kelly Bessa, coordinadora del programa de salud de la mujer de Autazes, afirma que la logística es un desafío. Gran parte del municipio se divide entre zona rural y tierra indígena del pueblo mura, que busca su demarcación. Para los profesionales sanitarios, esto implica trayectos de hasta 12 horas en barco o horas en lancha. En época de sequía, parte del recorrido se hace a pie.
La percepción de que la salud sexual se relaciona únicamente con la anticoncepción también es un obstáculo para medidas más integrales, afirma Grace Rosa, coordinadora de gestión del cuidado integral del Ministerio de Sanidad.