La política de comercio exterior brasileña, en el contexto de la transición energética, no se limita a exportar hidrógeno verde. Va más allá. Apunta a la búsqueda de inversores y la apertura de mercados para los llamados productos industrializados de bajo carbono.
La postura quedó clara en un evento en la embajada de Brasil en Berlín este lunes (18), que reunió a representantes del sector empresarial y de los gobiernos brasileño y alemán.
El encuentro forma parte de la agenda paralela del BETD24 (10º Diálogo de Transición Energética de Berlín), un foro en la capital alemana que reúne esta semana a más de 2.000 expertos de 90 países para discutir alternativas a los combustibles fósiles.
En el terreno del diálogo diplomático se produjo un debate casi velado sobre cómo los países buscan posicionarse en la transición.
El embajador de Brasil en Alemania, Roberto Jaguaribe, afirmó que representaba a un país beneficiado por una "sustentabilidad natural extraordinaria". Cerca del 90% de la matriz eléctrica es limpia y prácticamente el 50% de la matriz energética total es sostenible.