Investigadores de la Universidad de São Paulo que han estado siguiendo desde 2020 los patrones de alimentación de la población brasileña muestran que el consumo elevado de alimentos ultraprocesados está relacionado con la manifestación de síntomas depresivos.
Los análisis revelan un riesgo aumentado en un 42% para cuadros depresivos dentro del grupo en el que estos productos representan casi dos quintos de la dieta.
Los especialistas evaluaron datos de casi 16.000 adultos que no tenían un diagnóstico de depresión al inicio del estudio.
Los voluntarios informaron, a través de cuestionarios en línea aplicados semestralmente, sobre los principales alimentos consumidos el día anterior y su estado de salud. Con esta información, los investigadores pudieron dimensionar el papel de los ultraprocesados en su dieta.
De media, los alimentos altamente procesados representan el 20% del total de energía consumida diariamente por los brasileños. Dentro del grupo con la alimentación más saludable, este porcentaje es del 7%, llegando casi al 40% en el grupo que más recurre a estos productos.