A los 50, el museo Masp pasa por un chequeo para ser además de moderno, eterno

La Fundación Getty financió la revisión del edificio de Lina Bo Bardi

Masp desde la av. Nueve de julio; El edificio de Lina Bo Bardi cumple 50 años

Desde hace 50 años está allí, con sus cuatro pies bien afincados en plena avenida Paulista.

Su gran planta diáfana ya reunió a multitudes en conciertos y espectáculos y, con más frecuencia en los últimos tiempos, manifestaciones.

Flotando sobre la plaza, se encuentra la colección más importante de arte europeo del hemisferio sur, expuesta en esa gran caja suspendida de concreto y cristal.

Concreto y cristal -materiales tan incorporados al cotidiano de una ciudad que no parecen envejecer.

Pero lo moderno también envejece, recuerda Silvio Oksman. El arquitecto coordinó el equipo que analizó el estado del edificio proyectado por la italiana Lina Bo Bardi, que esta semana llega a su cincuentenario.

La revisión es posible gracias a una beca del Keeping it Modern, programa de la Fundación Getty para la preservación de inmuebles modernos, que ya ha beneficiado, entre otros edificios, a la Casa de Vidrio, residencia de Lina y Pietro Maria Bardi, localizada en el barrio de Morumbi.

Los US$ 150 mil -cerca de R$ 550 mil actuales- fueron todos destinados a la elaboración examen de la estructura. No sólo por seguridad, sino porque la propia estructura es el Masp.

Basándose en el cálculo del ingeniero y  por su estado actual, se diseñó un modelo electrónico que permitió establecer directrices de conservación de la estructura -que, según Oksman, si envejece bien, puede ser eterna.

El arquitecto resalta la necesidad de lanzar sobre lo moderno una mirada contemporánea, crítica y sin nostalgia. Este es el tema de su discurso en el marco del seminario que celebra, el lunes (5), el cincuentenario de su inauguración, que tuvo lugar el 7 de noviembre de 1968.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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