El cantor Erasmo Carlos, compositor de canciones clásicas, la mayoría escritas junto a su compañero Roberto Carlos, y uno de los más grandes nombres de la historia de la música nacional, falleció este martes a los 81 años. Su fallecimiento fue confirmado por la discográfica Som Livre, en su perfil de una red social, sin informar la causa. El artista se encontrana internado en un hospital de la zona oeste de Río de Janeiro.
La primera —y mayor— pasión musical de Erasmo fue el rock'n'roll. Obsesionado desde la adolescencia con el ritmo "salvaje" de Elvis Presley y Little Richard, se convirtió en uno de los mayores símbolos del rock brasileño, una estrella que encarnó la imagen del rebelde al misto tiempo que cantaba sobre coches rojos, gatitos o incluso sobre su propia reputación de malvado.
Pero Erasmus fue mucho más que eso. El rock, de hecho, representó una etapa corta en toda su carrera. Pronto se liberó de las ataduras creativas de la Joven Guarda y se consagró como uno de los más grandes compositores de la música pop brasileña, especialmente por los cientos de canciones escritas con Roberto Carlos.
Erasmo deja un inmenso legado a la música y la cultura popular en Brasil. Durante más de seis décadas, ha sido parte de la vida cotidiana, a través de televisión, radio y discos. Su arte refleja el apodo dado, en la década de 1970, por su amiga Lucinha Turnbull: "gigante gentil".
Erasmo era un tipo grande y fornido, y su aspecto de rockero, a primera vista, daba la impresión de un tipo enojado y amenazador. Pero era todo fachada: lo cierto es que sus canciones rebosaban delicadeza y sensibilidad y, por tanto, atravesaron generaciones.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA