Cuando era niño, Airon Martin escuchó a su abuela decir que solo sería un hombre si lo identificaran con un "dr". delante. Para ella, su nieto debería seguir una profesión tradicional. "Traté de ser médico, traté de ser abogado, todo lo que tuviera un 'dr.', pero la moda fue más fuerte", dice el fundador de Misci, quizás la marca más comentada de la moda nacional en la actualidad.
Fueron necesarios dos cambios de carrera antes de que el diseñador de 31 años viera sus creaciones desfiladas por la primera dama, Rosângela da Silva, Janja, y por la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, en entrevistas televisivas y en eventos oficiales del Gobierno, poniendo su etiqueta, hasta entonces más conocida por especialistas, en boca de la gente.
Martin fue criado por su madre y su abuela en una casa en la parte trasera de un cabaret de carretera en Sinop, una ciudad de 150.000 habitantes en el interior de Mato Grosso, donde vivía diariamente con prostitutas. Su historia de vida ya le daba mucha vergüenza, dice, pero hoy su insólito pasado, trasladado a las creaciones de Misci, es una gran baza de la marca en el mercado, que pra Martin es mejor que cualquier publicidad "storytelling".
Otro factor decisivo en el éxito de Misci, dice el diseñador, es la calidad de los productos, cuidada ejecución y acabados, elaborados con materia prima brasileña de calidad de exportación. El hilo de seda utilizado en las camisas de Janja y Marina Silva es el mismo que utilizan Dior y Hermès. La piel de arapaima utilizada en algunos bolsos proviene de la misma curtiduría que abastece a Rick Owens.
Misci —de "mestizaje"— fue su proyecto final para el curso de diseño industrial en el Istituto Europeo di Design, en São Paulo. Su idea inicial era desarrollar una línea de muebles, pero el entonces estudiante terminó cambiando de rumbo y optó por crear la marca de ropa, que sería "un relevamiento de lo que era la identidad brasileña".
"La moda es una cosa y la ropa es otra. No solo hacemos ropa, la ropa es uno de los reflejos de la moda que presentamos. Es un poco filosófico, pero tenemos que mostrar al consumidor que hay una diferencia. Ropa mucha gente hace, elo fast fashion lo hace. Poca gente hace moda en Brasil. Es entender quién está haciendo moda y valorar eso".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA