Apenas dos de las cuatro áreas que salieron a la venta en la mega-subasta fueron compradas, sin competencia y con miínimos remates.
La recaudación fue de R$ 69.900 millones (US$ 17.500 millones), muy por debajo de los R$ 106 mil millones (US$ 26.500 millones) estimados por el gobierno de Bolsonaro, que previamente había manifestado su optimismo con la operación.
Petrobras y las empresas estatales chinas CNOOC y CNODC fueron las únicas que presentaron ofertas.
El Gobierno de Brasil se quedará con R$ 23 mil millones (US$ 6 mil millones), y los estados y municipios tendrán derecho, cada grupo, a R$ 5.300 millones (US$ 1.329 millones). Localizado frente a las reservas de petróleo, Río recibirá R$ 1.100 millones (US$ 276 millones).
Otros R$ 34 mil millones (US$ 8 mil millones) serán para Petrobras, como compensación por los cambios de los precios del petróleo después de la firma del acuerdo de asignación, en 2010. Descontando este monto, la compañía tendrá que pagar R$ 29 mil millones (US$ 7 mil millones) por las pujas de ayer.
El resultado decepcionó a los inversores, y las acciones de la compañía petrolera cayeron un 5%. Al final del día, las acciones preferentes cerraron con una bajada del 0.43%.
Como consecuencia, el dólar subió un 2.2%. R$ 4,08 es la cotación más alta desde el 21 de octubre.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA