Los incendios que han azotado a Australia han afectado también a la producción cárnica el país, lo que podría hacer aumentar las exportaciones de Brasil, tras del crecimiento de la demanda provocado por la peste porcina africana.
Se estima que los incendios mataron al menos 56.000 cabezas de ganado en los estados de Nueva Gales del Sur, Victoria y Australia del Sur, los mayores productores y también los que más han sufrido las consecuencias de las llamas.
Si bien los agricultores y las autoridades siguen centrando sus esfuerzos en recuperarse de los daños y calcular las pérdidas totales para el sector, algo que podría llevar meses, los expertos pronostican un escenario desafiante de cara a 2020 y los próximos años.
Al otro lado del mundo, Brasil se presenta como un probable sustituto temporal para llenar los vacíos de un gran cliente común: China.
El país asiático ha aumentado las importaciones de carne en los últimos años debido a la peste porcina africana, que mata del 80% al 100% de los cerdos infectados y continúa propagándose. Recientemente, se han identificado los primeros casos en Polonia.
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), más de 1 millón de cerdos han sido sacrificados desde que se declaró la epidemia en 2018, en China.
Y fue en 2019 que China batió el récord de importación de carne de res de Oceanía.
La Asociación Australiana de Carne y Ganado (MLA), una organización que reúne cifras de la industria, dice que China ha importado más que Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, países que han encabezado la lista de compradores durante décadas.
El año pasado, se enviaron más de 300.000 toneladas de carne de res australiana al país asiático, lo que corresponde a un aumento del 84% en comparación con 2018.
Con los incendios forestales, no hay certeza de que el país pueda satisfacer la demanda. Según los datos del MLA, aproximadamente 80.000 haciendas de ganado se encuentran en las áreas afectadas por los incendios, en el sureste de Australia.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA