El trabajo infantil en Brasil puede ser 7 veces superior a lo que muestran encuestas

Un estudio basado en datos del Banco Mundial estima que 5,7 millones de niños de 7 a 14 años se encuentran en esta situación

El número de brasileños con edades entre 7 y 14 años empleados en alguna forma de trabajo infantil puede ser unas siete veces superior a lo que indican las estadísticas oficiales, según un estudio inédito que midió el subregistro del trabajo infantil, un problema que compromete tanto la supervisión como la formulación de políticas públicas.

En 2015, los datos mostraron que el 2,5% de los niños brasileños en ese grupo de edad trabajaban, el equivalente a 738.600 personas, según los datos más recientes de WDI (World Development Indicators), una compilación de estadísticas internacionales del Banco Mundial.

Pero un estudio del investigador brasileño Guilherme Lichand, de la Universidad de Zúrich (Suiza), y Sharon Wolf, de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.), concluyó que ese porcentaje sería en realidad del 19,15%, o 5,658 millones de niños.

La encuesta sigue datos agregados por la OIT (Organización Internacional del Trabajo), basados ​​en encuestas realizadas en diferentes países. "Estas encuestas suelen seguir una metodología en la que primero se pregunta a los adultos si sus hijos trabajan. Si mienten, por miedo al castigo, vergüenza o cualquier otra cosa, las estadísticas acaban reduciéndose".

Los parámetros utilizados por ellos para definir el trabajo infantil, explica la investigadora, siguen las definiciones de organismos internacionales, como Unicef ​​(Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), y fueron elaborados con niños escolarizados.

"Si el niño tiene menos de 12 años, cualquiera que sea el número de horas trabajadas, y recibe algún tipo de remuneración por ello, ya se considera trabajo infantil. Si el niño tiene entre 12 y 14 años, se define a partir de las 14 horas semanales, siempre que no sean ocupaciones peligrosas. A partir de los 15 años, por encima de las 41 horas", explica.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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