Paraguay organizó para este viernes (26) la primera subasta para vender su energía en el mercado libre de Brasil. La operación fue acordada entre el gobierno del país vecino y el ministro Alexandre Silveira (Minas y Energía), dentro del acuerdo que puso fin al impasse sobre el valor de la tarifa de la hidroeléctrica de Itaipú. La integración energética regional es una bandera antigua y bienvenida en el sector, pero expertos cuestionan la prisa en la realización del certamen, por dos motivos principales.
Primero, porque Brasil no necesita energía. Hay una sobreoferta en el mercado interno. Segundo, porque, aunque el acuerdo permite la transacción dentro de las normas vigentes (leer más abajo), en la práctica el proceso requiere revisiones legales y ajustes técnicos que aún no se han realizado.
Esto se debe a que, según diversos profesionales del sector eléctrico consultados, hasta ahora, la única alternativa para que Paraguay venda energía en el mercado libre de Brasil es realizar una operación que utilice su cuota en Itaipú —la alternativa, sin embargo, exige cambios en las normas del tratado que regula la operación en la binacional.
No obstante, se han identificado riesgos e incertidumbres. El pliego de la subasta determina que ganará quien ofrezca el mayor precio, por el plazo más largo y pueda realizar pagos anticipados anualmente.
Para entregar la energía, la Ande (empresa estatal paraguaya responsable de la subasta), dice que usará la conexión de la planta de Itaipú, en la margen derecha (como se llama el lado paraguayo en el argot de la binacional).
La comercializadora que gane la subasta debe internalizar la energía en el mercado libre brasileño por su cuenta, asumiendo todos los costos. Según informó la Ande a la Folha, la fuente sería la planta de Acaray. La otra hidroeléctrica, Yacyretá, es un proyecto binacional con Argentina, sin conexión con Itaipú. Técnicos del sector que siguen el proceso, sin embargo, afirman que actualmente no hay forma de que esta energía ingrese a Brasil.