Empresa brasileña busca al gobierno chino para sacar adelante su proyecto de tren de alta velocidad

El Grupo TAV Brasil quiere construir un ferrocarril de alta velocidad con dinero de inversores extranjeros

​Julio Wiziak
Brasília

En tiempos de inflación y altos tipos de interés en el mundo, TAV Brasil busca atraer inversores capaces de inyectar al menos R$ 50 mil millones, en diez años, en la construcción de un tren de alta velocidad entre Río y São Paulo.

En la mira están los recursos externos y los fondos de pensiones nacionales, la vieja fórmula de las administraciones del PT para promover las grandes obras.

Los agentes del mercado dicen que fueron consultados por TAV y que la idea del grupo es recaudar al menos el 80% de los recursos necesarios con fondos e inversores institucionales en Brasil y en el exterior.

Los fondos de pensiones estatales también están en el punto de mira, especialmente Previ (del Banco do Brasil) y Funcef (Caixa Econômica Federal).

Shinkansen, tren de alta velocidad japonés. (Kyoto, Japão, 06.06.2009. Foto de Jaime Oide/Folhapress) - Jaime Oide/Folhapress

El temor, según escucharon técnicos de estas instituciones bajo condición de anonimato, es que se repitan casos pasados en los que inversiones multimillonarias en proyectos fallidos dejaron agujeros financieros a futuros jubilados.

Para el presidente de TAV, Bernardo Figueiredo, la inversión se puede amortizar en seis o diez años, si se logra financiamiento a bajo interés y a largo plazo.

Figueiredo dijo a Folha que tuvo conversaciones iniciales con el EximBank, el 'BNDES chino', y hay indicios de que el banco está dispuesto a sumarse como socio.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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