La reconstrucción de puentes y cúmulo de prioridades marcan los cien días de Exteriores bajo Lula

La política exterior encabezada por Mauro Vieira y Celso Amorim hace múltiples guiños, recupera protagonismo y vive presión interna

São Paulo

Celso Amorim fue a Rusia para vender la idea de Lula de un "club de la paz" a Putin para detener la guerra que azota Ucrania. El viaje representó el guiño más reciente en la política exterior brasileña, una vez más bajo el liderazgo de Lula.

Los primeros cien días del nuevo Itamaraty, el Ministerio de Exteriores, estuvieron marcados por múltiples gestos en varias direcciones. El desafío ahora es aclarar qué será una prioridad. Con la resaca del bolsonarismo —período que distanció a Brasil de China, su principal socio económico, y convirtió al país casi en un paria—, el ambiente general respecto a la agenda exterior encabezada por Lula, el canciller Mauro Vieira y Celso Amorim es de optimismo.

BRASILIA , DF , 15.10.2020 , BRASIL ,Fachada del Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Exteriores. Foto: Roque de Sá/Agência Senado - Roque de Sá/Agência Senado

Pero diplomáticos y académicos señalan que, de ahora en adelante, es necesario medir la materialidad de estas propuestas y, por supuesto, cuáles saldrán primero. "Cuando hay multiplicidad de prioridades, se pueden incurrir en errores en la implementación y materialización de algunos proyectos", dice Hussein Kalout, investigador de Harvard y miembro del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri). En tres meses, la cartera hizo guiños a América del Sur, Estados Unidos, China —donde viaja Lula esta semana—, la Unión Europea, la agenda ambiental, la igualdad de género y la Guerra de Ucrania.

Fue también un período inicial de amplia agenda en el exterior. Mientras Lula estuvo en Portugal, incluso antes de su toma de posesión, en Argentina, Uruguay y Estados Unidos, Vieira realizó, además de estos, otros cinco viajes oficiales —como a Alemania, para la Conferencia de Seguridad de Munich, y la India, para una reunión del G20. En total, según una análisis de Folha con Itamaraty, desde el 1 de enero se han realizado 65 reuniones bilaterales entre Vieira y cancilleres. Seis cancilleres ya han venido a Brasil en estos cien días — de Japón, Grecia, Francia, Portugal, Uruguay y Angola. Figuras cercanas a los principales formuladores de la política exterior actual sostienen que la multiplicidad de guiños es, en realidad, la construcción de puentes necesarios para avanzar en áreas prioritarias, como la agenda climática, la lucha contra las desigualdades y la mediación por la paz y la democracia (en Ucrania y otros lugares, como Venezuela, donde Amorim también fue enviado por Lula).

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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