El mensaje transmitido por Human Rights Watch (HRW) al gobierno brasileño a través de una carta publicada este martes (29) es contundente. En el texto, dirigido al presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT), la ONG afirma que su administración debería esforzarse por "desmantelar una política exterior equivocada" que propone un "doble rasero en cuanto a derechos humanos".
La contradicción, en este caso, radica entre la retórica de defensa de los derechos humanos de Lula y algunas de las posturas que ha mostrado en los primeros meses de su mandato, según afirma Juanita Goebertus, directora de la ONG para las Américas, en una entrevista concedida a Folha.
Goebertus estuvo en Brasilia esta semana para presentar el documento a varias autoridades y menciona que muchas cosas han mejorado desde la salida del expresidente Jair Bolsonaro (PL) y la llegada de Lula al poder, como la disminución de la propagación de noticias falsas y el fin de los ataques a instituciones electorales y judiciales.
Sin embargo, añade que "Lula no debería condenar solo las violaciones cometidas por la derecha, sino también por la izquierda". La directiva cita como ejemplos de estos tratamientos desiguales la relativización que el presidente hizo del concepto de democracia cuando se le preguntó sobre Venezuela y el silencio de su gobierno ante la violencia estatal en Cuba, una dictadura con la que Brasil recientemente restableció relaciones diplomáticas. "Vimos claramente estas incoherencias durante el gobierno de Bolsonaro, que era muy explícito en su condena a las violaciones de derechos humanos en Venezuela, Cuba e incluso Nicaragua, pero guardaba un silencio absoluto cuando se trataba de El Salvador, por ejemplo", dice. "Esperamos mucho más de la política exterior de Lula".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA