"Hola, soy Mahsa [nombre ficticio], de Kabul, y actualmente estoy en Irán. Llevo dos años esperando una visa de acogida humanitaria. Ayúdenme a conseguir el visado para Brasil. Tengo dinero, si es necesario."
Mensajes como este comenzaron a llenar los canales de comunicación de las ONGs que trabajan con la acogida de migrantes en Brasil desde que el Gobierno modificó la política de visados humanitarios para afganos.
La Organización de Rescate de Refugiados Afganos, una de las ONGs que trabaja con esta población, comenzó a recibir mensajes ofreciendo sobornos. Afirma que "lagunas regulatorias podrían generar intentos de fraudes y corrupción en todo el tercer sector involucrado en la causa".
La principal duda está en la parte que dice que la concesión de visas estará sujeta a la disponibilidad de plazas en refugios por parte de organizaciones que hayan firmado acuerdos con el Estado.
Esta información dio lugar a la interpretación de que el migrante debe ser "invitado" por una ONG o recibir una "carta de patrocinio".
El Ministerio de Justicia afirmó que las ONG no tendrán interferencia en la aprobación de las visas y que no es necesario ningún tipo de carta o documento.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA